En los tiempos en que poseer un caballo era privilegio de nobles y hacendados, era signo de prosperidad, pues se consideraba que el poseer una herradura era un lujoso y considerable desembolso. Ya entonces se creía que encontrar una herradura aportaba felicidad y buenos augurios. Más tarde se colgaba de las puertas de las casas para atraer la suerte y los buenos espíritus. Portar una herradura atrae la suerte y la felicidad.
Tipo: Amuleto
Sirve para: Suerte, Dinero